EL PROGRAMA.
El programa se lleva a cabo por el área Servicios
Sociales de la Diputación de Palencia, y abarca el ámbito de la provincia que
se encuentra dentro de la España vacía y donde los recursos que ofrece el entorno
complican la situación de las personas con dependencia, exclusión social y
marginalidad. El programa trabaja con 8 grupos de intervención distribuidos por
toda la provincia con una media de 8 a 10 participantes por grupo, de unas
edades comprendidas entre los 25 y 50 años, con porcentajes de 60 % de mujeres
y 40 hombres.
Cada grupo tiene como referencia
un equipo formado por un psicólogo y un educador social, y para el desarrollo
del programa directo de actividades se trabaja con una empresa que desarrolla
directamente con el grupo, las actividades propuestas.
El programa de actividades pretende
dinamizar a un grupo de personas que necesitan crear hábitos convivencia y
relación interpersonal, para poder disfrutar de una vida de ocio pleno y
satisfactorio, fortaleciendo las habilidades sociales de los participantes.
EL ÁMBITO
El trabajo de los psicólogos y
educadores sociales del programa es complejo pues se trabaja con las familias y
con el entorno, para encauzar las líneas de actuación y participación grupal
del participante, teniendo en cuenta que a veces incluso las familias tienen
reticencias y ponen dificultades para poder iniciar los trámites. La captación
es compleja por la dificultad de localización de los posibles usuarios, la
complejidad de su situación personal, la falta de motivación y la dificultad para
la movilidad geográfica.
Se pretende ofrecer una atención
personalizada a personas del medio rural que carecen de recursos, y que, por su
situación de discapacidad física, intelectual o sensorial, tienen dificultades
a la hora de poder conocer a otras personas, relacionarse o pasar un rato
divertido con un grupo de amigos.
La actividad es semanal, y trabaja
aspectos básicos para la creación de hábitos sociales de convivencia, afrontar
situaciones reales motivadas por la situación personal, perder el miedo a dar
la opinión, a participar en grupo, a compartir experiencias, y sobre todo
trabajar la autoestima personal, que en muchos casos está muy deteriorada.
Se completa la actividad con
actividades extraordinarias que son la puesta en práctica de todo lo trabajado
y que van desde ir a tomar un chocolate con churros, una hamburguesa o unas
cervezas, hasta ir al cine, a un concierto o a una obra de teatro.
LA EXPERIENCIA
La experiencia es de un trabajo
complejo desde la captación, la organización para movilizar a personas de distintas
localidades y la ubicación de un espacio de trabaja semanal, hasta la
programación de las actividades. Aunque hay que decir que los participantes una
vez comienzan empiezan a superar la fase del miedo a lo desconocido, la timidez
y la vergüenza, para poco a poco identificarse con el grupo y crear un vinculo
socioafectivo con el resto de los participantes.
Es importantísimo el perfil del
profesional que trabaja con ellos, y que va a ser el alma del grupo, que debe
tener gran capacidad de observación y una gran habilidad para saber dar a cada
participante lo que necesita, cuando lo necesita.
El resultado es que el programa lleva
funcionando desde hace más de 5 años, que empezó como una experiencia piloto,
costando arrancar un primer grupo con 6 personas y en la actualidad el programa
8 localidades con más de 60 participantes.
Las pequeñas poblaciones en el
que se ha desarrollado se han vuelto más sensibles, dando visibilidad a un
grupo de personas que habían quedado marginadas por un entorno duro y complejo,
pero que gracias, al trabajo realizado, ha abierto las puertas a la comprensión
de diferentes situaciones y a la colaboración grupal.
Los participantes a lo largo de
estos años han experimentado grandes progresos, que les han ido sirviendo para
ayudar a nuevos miembros y para proyectar algunos aspectos de su vida con una
visión de la convivencia y del ocio desde una perspectiva más plena. Las
familias y el entorno también han respondido adecuadamente y han colaborado de forma
positiva.
LOS PUNTOS FUERTES Y PUNTOS DÉBILES.
Como puntos fuertes quiero destacar:
Impacto positivo
en la vida de los participantes: El programa ha logrado mejorar la calidad de
vida de las personas con discapacidad y/o en situación de exclusión social,
brindándoles oportunidades de ocio, interacción social y desarrollo personal.
Efectos
duraderos: Los participantes han experimentado progresos significativos en su
autoestima, habilidades sociales y autonomía, lo que se traduce en una mayor
inclusión social y una mejor calidad de vida a largo plazo.
Sensibilización
social: El programa ha contribuido a sensibilizar a la comunidad sobre las
necesidades y capacidades de las personas con discapacidad, promoviendo la
inclusión y la comprensión social.
Trabajo en red:
La colaboración entre la Diputación de Palencia, las entidades sociales y las
empresas ha permitido desarrollar un programa integral y sostenible.
Adaptación a las
necesidades: El programa se adapta a las necesidades específicas de cada
participante, ofreciendo un apoyo personalizado y actividades adecuadas a sus
intereses y capacidades.
Eficacia a largo
plazo: El programa lleva funcionando más de 10 años, lo que demuestra su
eficacia y sostenibilidad.
Y como puntos débiles indicaría:
Dificultades en
la captación: La captación de nuevos participantes puede ser compleja debido a
la dispersión geográfica, la falta de información y las reticencias de algunas
familias.
Limitaciones de
recursos: La disponibilidad de recursos humanos y materiales puede ser
limitada, lo que puede afectar la calidad y alcance del programa.
Barreras de
accesibilidad: La movilidad geográfica y las barreras arquitectónicas pueden
dificultar la participación de algunas personas.
Necesidad de
formación continua: El personal del programa debe recibir formación continua
para actualizar sus conocimientos y habilidades.
Dependencia de
financiación externa: El programa depende en gran medida de la financiación
externa, lo que puede generar cierta inestabilidad.
En general, el Programa de Ocio
Inclusivo es una buena iniciativa con un impacto positivo en la vida de las
personas con discapacidad y/o en situación de exclusión social. Sin embargo, es
importante abordar los puntos débiles identificados para garantizar la
sostenibilidad y el alcance del programa a largo plazo.
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